Las crisis que generan cambios pueden venir de situaciones que escapan de tu control y a veces vienen directo de una persona que provoca toda una tormenta en tu interior. Son oportunidades para hacer silencio y observarse, reconocernos en el otro, aceptar y trabajar la voluntad, haciéndonos responsables. Mientras más grande la tormenta, más profundo el aprendizaje. Es como atravesar un bosque en un camino de sombras y de luces, donde te pierdes y encuentras una y otra vez, hasta que sales y te dices: wow! que maravillosa experiencia tuve. María José